Las teorías fijistas se refieren al origen del escarpado relieve terrestre, es decir, sus cordilleras, montañas, altiplanos y demás formaciones. Se denominan fijistas por basar sus explicaciones de cómo se han formado estas estructuras en una posición fija de los continentes, es decir, que no han sufrido ningún desplazamiento horizontal, de manera que las cordilleras se habrían originado por diversos levantamientos únicamente en sentido vertical. Las diferentes teorías fijistas ofrecen distintas explicaciones de cómo ha podido suceder, pero nunca utilizando un movimiento horizontal de continentes.
Deriva continental:
Teoría desarrollada por A. Wegener
(meteorólogo alemán) en 1912 la cual proponía que los continentes en la Tierra no
habían tenido siempre la misma ubicación y que
en algún momento habrían formado un supercontinente al que llamó Pangea.
También afirmaba que los continentes (de composición más ligera) se deslizaban
sobre otra capa más densa (fondo oceánico). Más tarde, explicó, que ese gran
continente se había fragmentado dando lugar a la actual disposición de los
continentes.
Para demostrar su teoría, Wegener aportó
diversas pruebas:
Pruebas geográficas:
Wegener sospechó que los continentes estaban
unidos hace millones de años ya que observó una gran coincidencia en las líneas
de costa de los continentes, especialmente entre Sudamérica y África. Es lógico
que los fragmentos encajen si los continentes estuvieron unidos hace millones
de años (Pangea). La coincidencia es mayor si se tienen en cuenta los límites
de las plataformas continentales. Esta coincidencia de costas las demostró
mediante la comparación de las líneas rizaduras (marcas en la arena hechas por
las olas que fosilizan) encontradas de manera continua si se encajaban ambos
continentes.
Ejemplo de rizadura.
Pruebas paleontológicas:
Se hallaron fósiles de mismas especies
en distintos continentes, cuyos climas también eran diferentes. Las especies no
podían adecuarse tanto a climas de tan opuestas características por lo que
Wegener dedujo que tanto esta fauna como la flora pertenecían a unas mismas
zonas comunes que se habrían distanciando con el paso del tiempo debido al
deslizamiento de los continentes.
Pruebas geológicas:
En el caso de que pudiésemos unir los
continentes podríamos ver que los tipos de rocas, la cronología de las mismas y
las cadenas montañosas principales tendrían continuidad física, es decir,
formarían una especie de cinturón casi continuo y tendrían la misma edad y
similar composición.
Utilizó ciertas rocas sedimentarias para
saber los climas en los que se originan, dibujó un mapa de estos climas
antiguos y concluyó que su distribución resultaría inexplicable si los
continentes hubieran permanecido desunidos. Y descubrió zonas en las cuales el
clima de hoy día no coincidía con el clima de tiempos pasados.
Otra forma por la que dedujo los climas
fue mediante el estudio de depósitos de minerales orgánicos (petróleo, carbón)
hallados en zonas cuyos climas no son muy adecuados para la vida (desértico) y
como esas rocas se forman a partir de restos orgánicos: él dedujo que el clima
que había estado en esa zona era diferente al actual.
Esta teoría de
la deriva continental fue rechazada por la comunidad científica del momento,
pues Wegener no pudo explicar la fuerza que vencía a la fuerza de rozamiento
entre los continentes y los océanos. De manera que aunque aportó pruebas sobre
el origen de los continentes y su ubicación hace millones de años al no poder
demostrar cómo se vencía la fuerza de rozamiento no fue aceptada.
Alfred Wegener
murió en Groenlandia en 1930 en un viaje científico para intentar dar respuesta
a la cuestión del rozamiento entre los continentes y océanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario